Cómo se practica la meditación zen
La posición corporal que tenemos que tener para seguir esta práctica es mucho más estricta que en cualquier otro tipo y, para hacerla correctamente, se deben tener en cuenta estas premisas: Debemos estar sentados en el suelo con la columna recta en todo momento La barbilla deberá estar agachada en dirección al suelo Las manos tienen que estar colocadas sobre el vientre Los ojos durante la meditación zen tienen que estar abiertos y focalizando la mirada hacia abajo Debido a esta técnica tan concreta para meditar, este tipo de meditación está pensada para personas que ya están habituados a practicar otros tipos, es decir, no es recomendable para principiantes. Por tanto, si quieres empezar y no sabes qué tipo de meditación elegir, está no es la que recomendamos.
Beneficios de la meditación zen
También es un tipo de práctica meditativa que se centra en la respiración y en la observación de todo lo que ocurre en la mente. Por tanto, nos ofrece beneficios como los siguientes: Relajación y tranquilidad mental y física Conectar con tu interior Mayor gestión de tus emociones y pensamientos Aprender a vivir el presente
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